Nuestra experiencia del color azul en Cottonets viene marcada por la idea de Comunicación, Seguridad, Razón, Técnica y Madurez. Así lo hemos comunicado en los medios sociales durante los meses de Mayo, Junio y Julio.

Los protagonistas de nuestros mensajes han sido los personajes que habitan el mar: las caracolas, las conchas, los pececitos, las sirenas, las ninfas, los tritones y nereidas. Neptuno y Anfitrite proclaman su amor nupcial, se ponen su corona como símbolo de su futuro reinado y todas las invitadas lucen diademas con destellos de un azul púrpura. Algunas, de un rosa silvestre y primaveral.
En el banquete de bodas Neptuno toma la palabra y les explica su sentimiento de amor a Anfitrite diciendo: “El amor es sencillo como tres gotas de agua, permanece en forma de esfera y se regala como un diamante. Es colosal y firme, no titubea, no duda, no se cuestiona. Es verdadero, pues permanece siempre en la verdad.”
Todos los comensales aplauden y brindan por los novios. Las danaides y nereidas hacen un corro y comentan unas a otras sus aventuras en el país de las maravillas, sus meriendas con las orugas, los jokers y con el sabio conejo. Recuerdan el encuentro con los gemelos, las carreras de obstáculos en el mar y el naufragio en la última orilla. Allí, dicen siempre sus mayores, les espera la línea recta, dulce y azul del amor, en forma de un chupetero CIEL, con un mensaje para las madres venideras: “Amarra el chupete con amor firme”

El pequeño tritón mira el collar de su madre, viéndose reflejado en el brillo celeste de unas esferas cerámicas, urdidas con una técnica ancestral y concluye diciendo: “Seamos como niños mayores”, sorprendiendo a todos la madurez de sus palabras.

La concha recibe las palabras dibujando un abanico blanco en el frescor de la noche y, abriéndose, empieza a balbucear una música nupcial, repiqueteando las campanas con la buena onda de las cajitas saladas de Cottonets Elderly.

Todos los invitados se embarcan en la Caracola Salada y Neptuno unido a Anfitrite sube en un unicornio alado conduciendo el reinado hacia la felicidad, la prosperidad y la festividad de un día de bodas. Mientras unas golondrinas, alegres, vuelan bajo anunciando la ansiada tormenta de verano, como traca final al convite, recitando: “Así fue y ha sido siempre, la comunicación es amar y sentirse amado”
